La vida no tiene sentido (afortunadamente)

Digo que no tiene sentido porqué el hecho de  atribuir a la existencia un sentido único y común para todos, me parece demasiado absurdo como para tener algo de cierto. Y digo afortunadamente porqué eso nos deja total libertad cómo individuos para asignarle a nuestra vida el sentido que creamos más oportuno. Reconozco que esta última afirmación puede parecer todavía más absurda, pero de hecho no lo es. Pensemos en la vida como en un papel en blanco listo para que nosotros desarrollemos nuestra obra de arte sobre él ¿acaso para un artista no es más apasionante enfrentarse a una hoja en blanco que a otra que contenga un dibujo de plantilla para colorear o reseguir (cómo las que venden para los niños o los principiantes en el hobby de la pintura)?. Nuestra sociedad nos ha educado para seguir siempre una pauta dictada por un poder superior que nos indica el camino a seguir sin margen de error ni maniobra y que hemos de respetar cual ovejas del rebaño; es por eso que es muy difícil evitar esa sensación de vacío, de vértigo y hasta de náusea cuando nos enfrentamos a la perspectiva de una vida sin sentido.

Y yo me pregunto ¿Por qué debería la vida preocuparse por nuestras ansias de encontrarle un significado?, ¿dónde está el problema?, precisamente en la total y absoluta ausencia de sentido se nos ofrece la oportunidad de diseñar nuestro propio proyecto vital y desarrollarlo hasta sus últimas consecuencias. En otras palabras, re-conocer que nosotros creamos el sentido de la vida y asumir la responsabilidad que ello conlleva. Desde esta hipótesis, los existencialistas estarían en lo cierto al afirmar la no-existencia de sentido en la vida  pero también lo estaría el religioso que afirma encontrarlo en Dios o el  artista que lo encuentra entrgándose por entero a su obra .

Pero no confundamos esto con la impostura o el simulacro . El afirmar que el sentido de la vida es X, debe suponer un compromiso auténtico con ese X, debe ser nuestra creencia auténtica en que ese X es , en efecto, el propósito vital . Y no porqué simulemos creérnoslo sino porqué cuando decidimos que  tal o cual cosa es lo que da el sentido  a la vida, realmente  estamos creando ese sentido y pasa a ser tan real como lo era antes su ausencia, de la misma forma que el dibujo pasa a existir en el momento que lo trazamos sobre la página en blanco. No se trata desde luego de una tarea fácil, pero ¿acaso existe una tarea más noble?.